Nuestros principios rectores
Te bendigo Vita
(Salmo 147.15)
Correr no sólo implica al cuerpo, sino también a la mente y al corazón. Compromiso, perseverancia, disciplina son algunos de los aspectos que conforman el estilo de vida de un corredor. Correr también expresa una profundidad que implica la dimensión espiritual, que va más allá del aspecto físico y mueve al deseo, la alegría, la pasión.
Al amanecer de Pascua, María Magdalena corre a anunciar que el sepulcro está vacío:
"Corrió (τρέχει) entonces y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, al que Jesús amaba, y les dijo: "¡Se han llevado al Señor del sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto!"
Evangelio según San Juan 20:1-2.
También Juan y Pedro corren hacia el sepulcro.
"Pedro salió entonces con el otro discípulo y se dirigió al sepulcro. Ambos corrieron juntos (ἔτρεχον δὲ οἱ δύο ὁμοῦ), pero el otro discípulo corrió más deprisa (προέδραμεν τάχιον) que Pedro y llegó primero al sepulcro".
Evangelio según San Juan 20, 3-4.
La imagen de la carrera -una poderosa metáfora de la vida- expresa también la profundidad, la tensión y la alegría de la fe:
"Ciertamente no he alcanzado la meta, no he llegado a la perfección; pero me esfuerzo por correr a conquistarla (καταλάβω), porque también yo he sido conquistado (κατελήμφθην) por Cristo Jesús".
Carta a los Filipenses 3:12
Deporte y fe, juntos para ayudar
"A medida que el amor crece dentro de ti, así crece la belleza. Porque el amor es la belleza del alma".
San Agustín
La gratuidad del don, la belleza y la solidaridad
La gratitud contempla la belleza.
Correr es, sencillamente, bello. Correr también tiene una gran capacidad reveladora. A menudo ofrece nuevas perspectivas sobre los lugares donde se experimenta.
El maratón de San Francisco es una oportunidad para disfrutar de la belleza de la creación en un lugar de bendición: Asís.
Al mismo tiempo, ayudará a descubrir rincones, colores, detalles que los peregrinos o turistas no siempre llegan a visitar.
Solidaridad
El maratón nace para ayudar. Como los corredores viven una pasión (correr), forman parte de un proyecto solidario. Porque "el amor es la belleza del alma" (San Agustín).
La participación en el maratón permitirá combinar carrera y solidaridad.
La inscripción en el maratón contribuirá a apoyar una serie de proyectos de ayuda de la diócesis de Asís y de instituciones civiles locales, especialmente para los más frágiles.
El Evangelio inspira el maratón
El maratón se inspira en el Evangelio que es Jesús y en la alegría que produce el encuentro con Él.
Unidad de la persona: euritmia o equilibrio
Los griegos tienen una palabra muy hermosa: euritmia (εὖ 'bueno' y ῥυθμός 'ritmo').
En música y también en arquitectura, es un término que se utiliza para indicar la distribución armónica de las partes y el equilibrio.
Es hermoso, cuando te sientes bien por dentro, sentirte bien también por fuera. Y hermoso cuando el cuerpo y el alma van de la mano.
¡Ruta "¡Ven conmigo!".El deporte es inclusión
Además de las rutas para profesionales, también habrá la ruta "¡Ven conmigo!".
¡Es la marcha/carrera dedicada a las familias, a los niños, a los que empiezan a correr y a los que quieren correr para ayudar!"
"¡Ven conmigo!" también está dirigida a niños y personas con discapacidad porque creemos en el deporte integrado!
Sostenibilidad medioambiental del maratón y cuidado de la creación
Para salvaguardar la sostenibilidad medioambiental, se prestará atención a los materiales utilizados, la reutilización de estructuras, el uso de productos ecológicos y de kilómetro cero, la eco-movilidad, el estudio de la reducción de residuos, la recogida selectiva de residuos y la sensibilización de los participantes en el cuidado de la creación.
Un deseo profundo del maratón es transmitir y difundir el mensaje de la encíclica "Laudato Sii".